1991-2026
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Suaroak
Legado de enormes construcciones hechas por nuestro pueblo durante siglos.
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Sutearo
Fruto del trabajo ininterrumpido durante 35 años.
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Necesidad
Los seres humanos se deben mutuamente una vida digna.
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Riesgo
Las organizaciones de ayuda mutua, a punto de desaparecer por la falta de rumbo de los humanos.
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Promotor
EHNE, guardián de las costumbres del mundo rural.
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Trabajadores/as
Personas que creyeron, han creído y siguen creyendo en el proyecto, personas que, además de los cargos de la Organización, han estado trabajando durante estos años: creadores/as, personal de oficina, quienes han trabajado y trabajan fuera de la oficina (peritos/as, abogados/as, diseñadores/as, programadores/as, personal voluntario…).
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Todas y todos
Entre todos y todas, hemos sostenido y defendido la casa creada por quienes nos precedieron. Ha merecido la pena. Y merece la pena transmitir a las siguientes generaciones un ejemplo digno, junto con la petición de cuidarlo, mejorarlo y hacerlo perdurar.
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Aniversario
En este 35 aniversario, en esta casa de AYUDA MUTUA construida entre todos y todas, nos damos las gracias mutuamente:
Queremos mostrar nuestro agradecimiento a Kepa Enbeita, por la labor desarrollada creando los textos acerca de la historia de Sutearo. Su sabiduría y sus palabras han revivido los capítulos más importantes de nuestra trayectoria, y, gracias a su ayuda, en el calendario de 2026 hemos reflejado nuestro pasado, nuestros valores y nuestra identidad, de una manera cercana y hermosa.
Todos/as a todos/as, muchas gracias y adelante..
Kepa Albizu Urionabarrenetxea
Actual presidente de Sutearo
Los Suaro, los Sutearo y los etxe-erreenak, son lo mismo
En Lea-Artibai, aunque seguían existiendo ocho de cada diez entidades Suaro, nadie se quería encargar de ellas, por lo que nos vimos en la necesidad de actuar, para no cerrar caminos de progreso a nuestras costumbres.
En 1988/1991, tras varias reuniones con representantes de todas las entidades Suaro, se decidió realizar una gestión común, creando una Federación. A ese cambio se le denominó SUTEARO.
Conocimos las trayectorias de las Suaro anteriores, escogimos las mejores, y nos pusimos en camino. Esa nueva andadura la iniciamos 14 asociaciones -Amoroto, Aulesti, Barinaga, Berriatua, Bolibar, Errigoiti, Etxebarria, Ispaster, Mallabia, Markina, Mendata, Mendexa Munitibar, Murueta-, con casi ochocientos participantes. Los primeros pasos se emprendieron en Miba de Markina. Intentamos poner cimientos sólidos.
Eugenio Jaio Bermeosolo
{1991-1994}
Los acuerdos, las normas, al pasar el tiempo, se convierten en costumbres
En tiempos remotos, los seres humanos se reunían, hablaban, y acordaron establecer unas normas para llevarse bien, disfrutando todos y todas de una convivencia digna. En Barinaga y Aginaga seguíamos manteniendo aquellas normas, y hasta hace poco los dos Suaro funcionábamos unidos. Como muestra, expusimos nuestra experiencia en las reuniones de Lea-Artibai. La nueva andadura iniciada entre todos y todas fue adquiriendo una gran velocidad, y, como la gestión también se iba complicando, se habilitó una oficina en Amorebieta-Etxano, cruce de muchas comarcas, mediante la que se intentaron disponer las herramientas necesarias. Se sumaron diez Suaro al vagón recién puesto en marcha -Ajangiz, Arratzu, Atxondo, Busturia, Elorrio, Erandio, Etxano, Foru, Muxika, Nabarniz-, con unos mil quinientos socios y socias más.
Alberto Agirregomezkorta Aranzeta
{1994-1998}
Vidas de compañerismo, diversidad de ayudas mutuas
En cuanto a estructura, teníamos en marcha Sutearo, nuestro nuevo Suaro, e intentamos solucionar los imprevistos que surgían a diario. Con la dirección o los cargos, solía pasar que, al elegir para la presidencia a alguien, no sabía qué hacer. Para solucionar ese problema, se estableció la necesidad de pasar por la vicepresidencia antes de ser elegido o elegida para ser presidente o presidenta, para tener claro de qué se trata al acceder a la presidencia. Durante este periodo, se sumaron otros diez Suaro -Abadiño, Angiozar, Arrieta, Dima, Ezkio-Itsaso, Leioa, Mendoza, Otxandio, Urretxu, Zeanuri-, y el número de personas socias de los Sutearo Federados rebasó la barrera de los tres mil.
Juan Jose Aierza Barrutia
{1998-2002}
El auzolan humano, la economía más digna del pueblo
Antes de la ayuda mutua, existe el auzolan, lo cual, aun siendo similar, no es lo mismo. Nuestra Ayuda Mutua, Sutearo, iba creciendo y creciendo, pero como entre tantos se iban observando peligros, abrimos nuevas vías para que se fueran compensando entre ellos. Premiando a quienes iban evitando los riesgos y estableciendo condiciones a los de mayor riesgo. Se estudió asimismo el estado de las instalaciones del agua para la extinción de incendios, estableciéndose protocolos de mantenimiento. En este intervalo se sumaron dos Suaro -Fruiz, Zeberio-, y alrededor de quinientos socios y socias.
Pablo Gabikagogeaskoa Gailetebeitia
{2002-2005}
Si doy ayuda, yo también recibiré ayuda
Como los barrios necesitan mano de obra, los vecinos y las vecinas intentan mantener una buena relación mutua. No les interesa que ningún vecino ni vecina se marche. Si a un vecino o una vecina se le quema la casa, todos y todas le ayudarán, sin pedir dinero a cambio, con tal de que no se vaya fuera.
Habíamos iniciado la gestión del Suaro de Abadiño, renovando el Reglamento y estimulando la participación de los socios y las socias. Aún así, confiando en que en Sutearo tendríamos una mayor protección, facilitamos las vías de encuentro, e intentamos añadir el punto de vista renovador de las mujeres. De Gipuzkoa se nos sumó un Suaro -Gabiria-, y unas doscientas personas socias.
Arantza Begoña Basterretxea
{2005-2007}
Con apoyo escaso, incluso el daño pequeño es grande
La hermandad (etxe-errena) de Nabarniz seguía viva, y funcionábamos en solidaridad cordial, pero pensamos en ampliar esa solidaridad, y sumamos nuestro grano al pujante movimiento Sutearo. Nos tocó gestionar el enorme incendio de la iglesia de Arrieta. Trabajando con seriedad, se consiguió solventar adecuadamente. Asimismo, actualizamos los documentos de notario y oficialidad del nuevo despacho de Sutearo. Aunque no se sumó ningún otro Suaro, sí lo hicieron unos trescientos socios y socias.
Jaione Oar Etxebarria
{2007-2009}
A la mujer embarazada la acompañan todas las vecinas
Podríamos decir ayuda mutua o, en este caso, un auzolan especial, porque no se ayuda con dinero, sino con ayuda personal. Lo llamaban Atsolorra: Cuando una mujer de la comunidad quedaba embarazada, las mujeres de la asociación se reunían en casa de la embarazada, repartiéndose y haciendo entre todas las tareas de aquella casa, hasta que el bebé naciera y la madre se recuperara. Creemos que todavía se practica en algún sitio. En Gipuzkoa no se conocía el programa de Sutearo. Hicimos unos spots publicitarios, y los emitimos por televisión. Hicimos más de un intento por atraer a la hermandad al sindicato de baserritarras de Gipuzkoa. No lo conseguimos, pero lo intentamos. A pesar de que no se crearon nuevos Sutearo, se añadieron unos doscientos socios y socias.
Jose Migel Elgarresta Murua
{2009-2011}
Según el daño, así es la bolsa que responde
Los de la zona de Eibar, Elgoibar, Plaentxi… a la hora de atender a los daños de los huertos y del campo, funcionaban con ayuda mutua. Ponían en la bolsa un tanto del valor de las producciones. Cuando el coste de los daños era mayor que el valor puesto, ponían más, y, si era menos, se les devolvía o se les reservaba para la próxima vez. Para responder a los daños causados por un vendaval, una inundación o un pedrisco, crearon otra bolsa, por consejo de las cuatro diputaciones, y las diputaciones también aportaban dinero a esa bolsa.
Siendo a la vez baserritarras y vendedores o vendedoras, el programa Sutearo nos convenció desde ambas perspectivas, y nos esforzamos por cuidar e impulsar aquello que crearon en la hermandad de nuestro pueblo. Se sumaron trescientos socios y socias.
Maria Jesus Etxeberria Mazkiaran
{2011-2013}
Un damnificado, varios ayudantes
El auzolana y la Ayuda Mutua son parecidos, de la misma raíz, se basan en la misma filosofía… En el auzolan, se unen trabajando, se pone mano de obra, sin pedir nada a cambio.
En la Ayuda Mutua los costes de los daños se sufragan de forma asociativa, cueste lo que cueste.
Intentamos promover en Gipuzkoa un debate sobre nuestras instituciones fundamentales, así como atraer a otras asociaciones de la zona de Bergara, fertilizando y consolidando poco a poco un Árbol que estaba llegando a ocupar una gran extensión. Se creó un nuevo Sutearo -Txorierri-, en el que se asociaron varios nuevos socios.
Pello Urteaga Iparagirre
{2013-2016}
En el siglo XVII, hasta los bueyes hablaban euskera en el deporte
En el siglo XVII, en el Txorierri existía una curiosa Ayuda Mutua, mediante la que se protegía a los bueyes que se utilizaban en las pruebas de arrastre, respondiendo a los daños que pudieran tener en las pruebas o viajes. Y es curiosa por partida doble: en aquellos tiempos, las normas de la hermandad estaban redactadas en euskera. Todo Lea-Artibai estaba ya dentro de Sutearo. Nos tocaba cuidarlo y mantenerlo, y en eso nos esforzamos, sobre todo a la hora de concienciar a los socios y las socias de cómo evitar los riesgos.
Karlos Arrizubieta Gerrikagoitia
{2016-2019}
Al salir el hombre de la cueva, la ayuda mutua a la puerta
Sutearo no es anteayer. Sutearo es aquello que nuestros antepasados fueron construyendo durante siglos. El nombre data de los años noventa. Antes se les llamaba Suaro, Etxe-errenak, Hermandades… En 1990 decidieron asociarse unos Suaro existentes, en una sociedad a la que se denominó Sutearo, y que era, en realidad, lo mismo que los anteriores Suaro o etxe-errenak. Nuestra organización tiene cientos de años. José Miguel de Barandiarán dijo: “La ayuda mutua surgió cuando el hombre salió de la cueva”.
Viniendo de un pueblo provisto de todo tipo de ayudas mutuas, con ese espíritu, nos adaptamos fácilmente al trabajo en Sutearo, corrigiendo los fallos que aparecían en todas partes, y reforzando la estructura.
Jose Iglesias de la Iglesia
{2019-2022}
Que nadie se quede sin casa por carecer de capacidad económica para rehabilitar el deterioro
La entidad de Ayuda Mutua es un régimen normativo y una convivencia del que se ha provisto a sí mismo nuestro pueblo. Una gestión de la economía popular: Auzolana, compartir el trabajo de los vecinos y las vecinas. Ayuda Mutua, compartir daños y costes.
Cuando los pueblos eran dueños de sí mismos, desarrollaban instituciones para compartir trabajo y riesgo. Este mundo globalizado de hoy en día nos ha desarraigado de nuestras bases, nos ha alejado de la respuesta a los problemas cotidianos, sometiéndonos a un mercado salvaje. Las instituciones enraizadas en nuestras costumbres entrañables respondían mucho mejor, aportando soluciones basadas en la ayuda mutua, al tiempo que surgían los problemas. No suele ser tan difícil cuidar el trabajo bien hecho anteriormente, aunque sea preciso mantener siempre los ojos muy abiertos y vivos para despejar cualquier obstáculo que se nos presente en el camino. No desistimos en ese intento.
Karmelo Alegria Zelaia
{2022-2025}











